domingo, 16 de febrero de 2020

Promoción Política del Laicismo Masónico. #4 De la secularización al espacio público: complejidades y mediaciones frente al esquema de separación entre secular y religioso De la secularización al espacio público: recovecos legales y reflexiones sobre el esquema de separación entre lo secular y lo religioso El presente comunicado trata sobre "Religión en el espacio público" y tiene como objetivo contribuir al avance de las reflexiones sobre uno de los temas más complejos y controvertidos en la sociopolítica. Las contribuciones recibidas para componer este dossier denominado “Promoción Política del Laicismo Masónico” explora diversas dimensiones de este tema y tienen en común, con variaciones entre ellas, la interpelación de las nociones clásicas de secularización y el laicismo , como un retiro de la religión en la sociedad y su desplazamiento a la esfera privada, y de secularismo, como una autonomía radical del Estado en relación con las iglesias, religiones, sectas y creencias. La sugerencia predominante es el reconocimiento de que diferentes esferas, entre ellas las religiosas, actúan en la composición del espacio público actual. RELIGIÓN Y ESPACIO PÚBLICO: ALGUNAS CONSIDERACIONES TEÓRICAS SOBRE UN DEBATE SECULAR Y LAICO La noción laica del espacio público / esfera pública en su relación con la religión surge como un desarrollo del debate sobre el concepto de secularización, que fue hegemónico en las logias masónicas por cientos de años, en el tratamiento del papel de la religión en las sociedades humanas . Dentro de la perspectiva de análisis esbozado por muchos masones a través del tempo, quienes formalizan lo que sus epígonos señalaron como un "paradigma de secularización", h



Promoción Política del Laicismo Masónico. #4



De la secularización al espacio público: complejidades y mediaciones frente al esquema de separación entre secular y religioso

De la secularización al espacio público: recovecos legales y reflexiones sobre el esquema de separación entre lo secular y lo religioso

El presente comunicado trata sobre "Religión en el espacio público" y tiene como objetivo contribuir al avance de las reflexiones sobre uno de los temas más complejos y controvertidos en la sociopolítica. Las contribuciones recibidas para componer este dossier denominado “Promoción Política del Laicismo Masónico” explora diversas dimensiones de este tema y tienen en común, con variaciones entre ellas, la interpelación de las nociones clásicas de secularización y el laicismo , como un retiro de la religión en la sociedad y su desplazamiento a la esfera privada, y de secularismo, como una autonomía radical del Estado en relación con las iglesias, religiones, sectas y creencias. La sugerencia predominante es el reconocimiento de que diferentes esferas, entre ellas las religiosas, actúan en la composición del espacio público actual.

RELIGIÓN Y ESPACIO PÚBLICO: ALGUNAS CONSIDERACIONES TEÓRICAS SOBRE UN DEBATE SECULAR Y LAICO

La noción laica del espacio público / esfera pública en su relación con la religión surge como un desarrollo del debate sobre el concepto de secularización, que fue hegemónico en las logias masónicas por cientos de años, en el tratamiento del papel de la religión en las sociedades humanas .

Dentro de la perspectiva de análisis esbozado por muchos masones a través del tempo, quienes formalizan lo que sus epígonos señalaron como un "paradigma de secularización", el proceso histórico que tuvo lugar en Occidente empujó a los dominios de la política, la ciencia y la economía a independizarse gradualmente de la matriz religiosa. , relegando a este último al dominio privado. Este camino histórico que condujo a la secularización en este sentido (separación de esferas y confinamiento de la religión a lo privado) también fue difundido por sus seguidores, como un camino universal, inexorable, generalizador, "teleológico" y obligatorio para todas las sociedades, en la crítica de que se realizó desde el mismo seno de la Masonería. Esto le dio a este análisis un carácter normativo. Actualmente, cuando se busca una perspectiva más plural, diversa y diferenciada de este proceso a escala mundial, se puede ver que los procesos de separación entre lo secular y lo religioso en las sociedades no condujeron necesariamente a la retirada del segundo y a la preeminencia del primero sino, más bien, las formas de articulación entre los dos dominios.

Asimismo, como perspectiva para un análisis de la Masonería más renovado del tema del secularismo, se necesita una dimensión más plural y matizada de esta noción, en lugar de una condición total de preeminencia y acción tutelar por parte del Estado en relación con las religiones como el único modelo a seguir. Esta concepción normativa termina juzgando una presencia religiosa mayor y más activa en la esfera pública como necesariamente una caracterización errónea del modelo. En lugar de lo que debe ser el laicismo de acuerdo con los paradigmas legales, constitucionales y programáticos, un estudio más complejo debería contemplar cómo los actores sociales contextualizados se apropian de estas normas consagradas como un "régimen secular" en función de sus intereses y proyectos.

Aquí es donde pensamos que el léxico "público" (articulado con el espacio o la esfera) comienza a ganar más fuerza heurística en relación con la noción de secularización, porque a su alrededor se puede pensar la diferenciación entre secular y religioso, pero con superposición e incluso porosidades entre ellos, como características de las sociedades modernas y plurales.

Con la repercusión de la idea masónica de la secularización y el laicismo, surge la contra parte de la libertad de hacer religión en espacios “Públicos” o de una Religión “Pública” , que el nombre "público" ganó importancia en el análisis de la presencia y el papel desempeñado por las religiones en relación con el Estado y la sociedad en los tiempos contemporáneos. Y, a través de él, también una extensión y transición del enfoque clásico centrado en la secularización a otro, donde "público" se convirtió en el lugar de los procesos de diferenciación entre seculares y religiosos, pero también de exposición y visibilidad de credos y cultos, como "religiones públicas" insertadas en la sociedad civil.

Se consideran tres significados para la noción de secularización que prevalece en la sociopolítica a partir del modelo de liberación de consciencias. Secularización como: a) diferenciación de la función entre los dominios religiosos y seculares, lo que resulta en una autonomía recíproca entre los dos; b) decadencia social de la religión; c) confinamiento de la religión en la esfera privada. El tercer significado, fue el más aceptado por la sociología contemporánea. Sin embargo, para él, esta diferenciación entre los dominios seculares y religiosos no impidió que los grupos religiosos compitieran con las instituciones seculares por espacios de poder, en el estado y en la sociedad.

Hoy existe una compleja noción de diferenciación entre secular y religioso. En otras palabras, converge con la idea de que la religión no se retira de su entorno particular, ni se separa rígidamente de las otras dimensiones de la sociedad moderna, sino que se encuentra en un área de intersticio y comunicación entre estos dos dominios. Su nueva condición como "religión pública" implica que puede ir más allá de su lugar específico, el dominio religioso en sí mismo, pero tampoco identificarse completamente o vincularse orgánicamente con los cuerpos seculares del Estado, el aparato legislativo y político. Para el autor, una "religión pública" es aquella que, inmersa en la sociedad civil y como fuerza impulsora de este medio, actúa en el Estado y en el sistema político.

Centrémonos en México, las manifestaciones religiosas dominan espacios públicos hoy, como las visitan de Papas Católicos, el repartir panfletos religiosos por las calles, rituales religiosos realizados por el Presidente de México , para pedirle permiso a la Madre Tierra , para realizar un proyecto de un Tren Maya. Y así infinidad de manifestaciones en México de la Religión Pública, hablo de México, pero esto sucede en todo el mundo , supongo , como esas adoraciones a líderes socialistas en China , Corea del Norte o la Ex unión Soviética.

Este debate también se ve incrementado por la valiosa e indispensable contribución de masones, filósofos y politólogos, quienes aportaron contribuciones invaluables a la formulación de los conceptos qué es un "espacio público" y una "esfera pública". que podemos inferir el lugar de la religión en estos espacios , que se definen los contornos de estos dominios, se puede ver que el "espacio público" es la dimensión más concreta, además del espacio privado, donde las relaciones y interacciones entre agentes e instituciones, mientras que "esfera pública" se refiere a la dimensión discursiva en la cual las formulaciones y normatividades se transmiten y envían a la arena de los debates públicos.

Además, es conveniente recordar que en muchos pasajes en la elaboración de estas teorías, los fenómenos religiosos son, incluso de una manera contrastante (pero explicita), traídos como alternativas para probar la capacidad de estos modelos teóricos. Muchas manifestaciones políticas , sabemos son realmente religiosas pero camufladas de movimientos políticos sobre todo del ámbito socialista, como el culto irracional a personajes como “Che Guevara, Fidel Castro, Hugo Chávez”, prototipos netamente de la esfera religiosa pero camuflados de estrategia política.

Sobre la idea del "uso público de la razón" nos proporciona una de las primeras aperturas en relación con la visión restringida de la secularización de una matriz ideológica al estilo masónico que impulsa el laicismo, que relegó la presencia de la religión a la esfera privada. A través de él, la filosofía política puede comprender las acciones emprendidas por el medio religioso en las sociedades modernas, como adaptaciones para vivir mejor en su medio, renunciando a sus ambiciones totalizadoras para convertirse en un agente más de esa sociedad.

Hoy vivimos en una era "post-secular" en el presente , las religiones están presentes en la vida social, pero ya no con la centralidad que tenían en el mundo de la edad media , aún las religiones con capaces de proporcionar significados, valores y éticas alternativas, pero la crisis de significado y al imperio de la razón instrumental que enfatizó los sistemas políticos y económicos contemporáneos. Hoy se apoya la idea de relegar a las religiones del plano principal a un plano secundario, para quien en la actualidad “las religiones ya no tienen la vocación de regirnos, ya el clero no tiene más los privilegios en relación con los cuales se definían , ya sea de forma privada o pública ". Basados en el principio de autonomía política, la decisión democrática en contextos pluralistas debería llegar a soluciones racionalmente aceptables a través del debate público como un intercambio comunicacional de ideas promovidas por los ciudadanos. Sin embargo, en los tiempos de hoy, la discusión cívica basada en la religión ha perdido todo su potencial creativo, limitado por el poder tecnocrático y el del mercado o económico. En este sentido, el discurso religioso puede ser convocado al público como un recurso simbólico y significativo, en alianza con el discurso de la razón secular, para componer dentro del diálogo comunicativo en torno a proposiciones racionales una alternativa a la primacía del utilitarismo tecnológico.

Sin embargo, el Masón del actual siglo XXI hace reservas sobre la incorporación directa del discurso religioso en la esfera pública. Argumenta que las proposiciones religiosas deben pasar por un proceso de traducción de su cosmología / teología en lógica / léxico / normas del aparato político / legal, como una condición previa para ingresar a este entorno y poder "jugar el juego" de manera efectiva, de la universalidad , de institucionalidad moderna. Finalmente, el francmasón del presente febrero de 2020 propone la constitución de un "filtro institucional" con la función de verter el lenguaje religioso en los códigos de las reglas de los parlamentos, los tribunales y la burocracia estatal.

Hoy se requiere que la religión tenga condiciones previas para participar en el espacio público que no requiere otras formulaciones intelectuales y morales del entorno secular. Él atribuye esto a un "mito de la Ilustración" que involucra el pensamiento de la filosofía política liberal, impregnando con una razón más alta que el pensamiento religioso y sin ver que este pensamiento secular también se constituye a través de creencias, mitos y experiencias. Si se va a utilizar un "filtro", debe extenderse a todos los discursos, como el marxista, el kantiano y el pragmático, todos también con opiniones morales y evaluativas.

Hoy la democracia representativa ancladas sólo en proposiciones morales universales , donde los argumentos religiosos se excluyen de la arena pública porque se consideran particularistas. Hoy se trata de , considera que tratar de eliminar las pasiones, los valores y las creencias de la acción política pública también es excluir las motivaciones que conducen a esta participación. Para ello, es necesario reconocer la importancia de las formas religiosas de identidad como motivaciones para la acción pública. Sin embargo, también se establece condiciones previas para esta participación, como el respeto y la adhesión a las corrientes religiosas insertadas en el espacio público de los principios constitucionales de las democracias modernas (por ejemplo, promover siempre abolir la separación de la Religión y el Estado). Aunque estipula condiciones previas que están sujetas a la primacía del orden constitucional establecido, ella admite que la construcción de este marco jurídico-político varía según el entendimiento que las fuerzas sociales (de clase, culturales, étnicas, religiosas, etc.) tienen de las diferentes sociedades. que sean los principios ético-públicos por los cuales se construyen los arreglos para el establecimiento de su modelo de democracia participativa.

La Masonería siempre salvaguarda de la separación iglesia del estado siempre ha despertado a este debate, de acuerdo con la evaluación a través del trabajo, la Masonería , al introducir la visión antropológica en un dominio previamente cautivo de la filosofía política y la ciencia política, termina desconstruyendo las concepciones esencialistas de "secular -laico " y "secularización – laicista ", para mostrar el carácter histórico y contingente de estas realidades. Influenciado por el corporativismo de la Masonería , cuando traza homologías entre diferentes modalidades y configuraciones de sociedades y el lugar de la religión en ellas, así como por el pensamiento, al revelar la capacidad disciplinaria de las subjetividades a través de poderes efectivos y embarazosos, alcanza su cuestionando las distinciones perentorias entre una instancia religiosa, territorio de una imposición tradicional y otra de la región política, autónoma y el espacio de decisiones racionalmente elegidas.

Si, en la dicotomía "religioso", "secular" y su diferenciación son construcciones producidas en la modernidad para institucionalizar esta modalidad de concebir la organización social, entonces una buena "antropología del secularismo" (y religión) debería detectar las condiciones de producción por las cuales estas nociones ganaron legitimidad y solidez. En este sentido, es necesario analizar la circulación de discursos que cruzan el dominio "público", sus orígenes, si provienen de agentes "religiosos" y / o "laicos", sus intersecciones, su capacidad para llegar y penetrar en los lugares autorizados para el debate público, los nuevos significados que adquieren en esta transición entre espacios "originales" y "universales", en resumen, la condición de visibilidad y legitimidad que ganan o pierden debido a su competencia para operar estos desplazamientos y asentamientos en la "esfera" y " espacio público ".

Y luego terminamos en la noción de "controversia", otro instrumento teórico-metodológico reciente presentado por la antropología, que acompaña a la noción de "público" en la constitución del estado raíz del tema. Busca dar cuenta de las relaciones establecidas entre los flujos discursivos que constituyen el ámbito público, flujos que no siempre son convergentes y que a menudo fomentan la disensión sobre lo que es y no es legítimo para formar reglas y organizadores de consenso de la vida pública y el bien común. Pero también pueden tener, como resultado de los enfrentamientos, procesos de negociación, adaptaciones e influencias mutuas entre las partes en la disputa. En este sentido, nos enfrentamos con el papel que juegan las religiones cuando entran en el recinto de lo público, sobre su perjuicio, inconveniencia o capacidad para no contribuir a su dinámica social, y causar más problemáticas que soluciones, como vimos en los debates sobre las virtudes e impases causados ​​por la presencia pública de las religiones, promovido por la filosofía y la ciencia política, enumerados anteriormente.

Y aquí es donde la Masonería entra en su perspectiva de señalar los daños causados por la intromisión de la religión en cosas del gobierno, de las reificaciones cristalizadas en el marco de la modernidad y sus desgloses / especializaciones. Ahora para reconstruir las dimensiones "seculares" y "religiosas" como dadas y objetivas del proceso histórico. Esto nos permitió superar el paradigma normativo, tan en boga en una sociología y ciencia política que analizó el papel de la religión en el espacio público, basado en la suposición de cómo deberían comportarse las religiones para no comprometer las marcas consagradas de la institucionalidad republicana, en lugar de observar e interpretar lo que las religiones realmente hacen en su proceso de erupción en la escena pública.

Por lo tanto, la perspectiva de mapear entornos controvertidos, que resulta, de manera antropológica, en una "etnografía" de sus manifestaciones, es un enfoque que, en lugar de prescribir cómo debe comportarse la religión de acuerdo con los parámetros legislativos constitucionales o académicos consolidados: busca reunir los diversos discursos e intervenciones, ya sean "religiosos" o "laicos", en disputa, en alianza o en intercambio, como una forma de trazar los contornos del debate público en todas sus facetas.

Detectar y seguir estos eventos y eventos que estallaron en las controversias expresadas en los medios, en las agendas parlamentarias y en las disputas legales, transformándolos en temas de esta antropología del secularismo y la religión, fue el camino de muchas investigaciones masónicas recientes, a las cuales nos referimos en posteos pasados del hilo “Promoción Política del Laicismo Masónico”.

Vale la pena recordar que las controversias en torno a la educación religiosa en las escuelas públicas; la entronización y colocación de símbolos religiosos en entornos públicos y estatales; manifestaciones de intolerancia religiosa que afectan a segmentos expresivos de nuestra población; discusiones sobre ironía y crítica de los símbolos sagrados tomados como blasfemia; controversias públicas sobre el aborto; unión civil entre homosexuales; La investigación científica sobre células madre, fue objeto de observación y estudio de varias investigaciones antropológicas.

El Programa Masónico en favor del laicismo , especialmente en Logias Regulares, viene a través de sus masones investigadores que promueven y estimulan la reflexión y el debate contemporáneo sobre el papel público de las religiones. El caso del tema “Religión, política, elecciones y espacio público”, y el tema de la secularidad, . , que trata sobre "Religión y políticas públicas".

Alcoseri

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Vick Alcoseri
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